martes, 20 de marzo de 2012

Porqué el Presidente legislativo votó contra el plan fiscal

En el PAC creemos en un Estado fuerte que estimule la economía y el mercado y que corrija y atienda los vacíos que este deja, procurando una sociedad más justa.

Creemos que el Estado debe potenciar, junto al sector privado, la actividad productiva, la inversión, el empleo, la distribución del ingreso, la innovación y desarrollo tecnológico, la energía, la seguridad alimentaria y la seguridad hídrica.

Desde nuestra fundación impulsamos y apostamos por la construcción de un Pacto Fiscal de la mano de los sectores sociales, productivos y de cara a la ciudadanía.

Creemos en un Estado eficiente que en materia tributaria reúna al menos tres características:

-       impuestos de carácter progresivo.
-       una política clara de reducción de gastos superfluos,
-       mecanismos para fortalecer la administración tributaria y mejorar la recaudación.

Fui insistente en esas tres patas del banco, necesarias para que el PAC vote una reforma fiscal. Todas las fracciones políticas tenemos presentados proyectos en esta materia tributaria, que están relegados en la agenda.

- Expediente Nº 17677, Ley de Transparencia Fiscal, que se encuentra en la agenda de este plenario legislativo, pero no se encuentra convocado por el Ejecutivo.

- Expediente Nº 18041, Ley de Fortalecimiento de la Gestión Tributaria, dictaminado en la comisión de asuntos económicos desde octubre del año pasado.

- Expediente Nº 17117, Ley de Evaluación de la Gestión Pública, que tampoco ha sido convocado y espera su trámite en la comisión de gobierno y administración.

No es suficiente ni tiene sentido aprobar más impuestos, mientras no se den las herramientas necesarias para cobrarlos adecuadamente.16 grandes empresas  tienen 3 años de no pagar impuesto sobre sus rentas, según lo confirmó recientemente la Dirección General de Tributación.

Es insuficiente contar con una directriz de contención del gasto. En realidad es un problema de calidad del gasto: deficiente gestión y nula planificación, ineficiencia en la ejecución y  ausencia de una real rendición de cuentas. En los últimos 4 años, el Gobierno ha gastado 2 mil millones de dólares en consultorías, de los cuales 722 millones de dólares se gastaron en el 2011, y en el 2012 gastará 52 mil millones de colones en publicidad.

Consecuente con esos principios, voy a votar negativamente el plan fiscal.



SIN DIÁLOGO

La construcción de este plan fiscal no fue con ventanas abiertas, luces prendidas y mesas de vidrio, como hemos pregonado en el PAC, y como lo hicimos en el periodo 2002-2006 con un diálogo que generó consensos sociales, económicos y políticos.

Para cumplir con este imperativo teníamos que habernos guiado por nuestra Convocatoria a la Ciudadanía y los principios que claramente establece:

-       la equidad impositiva.
-       mayor progresividad tanto en los ingresos como en el gasto público.
-       el mejoramiento en los mecanismos de generación de riqueza.
-       atender y superar la deficiente recaudación de impuestos.

Algunos siguen sin aprender que se acabaron las dictaduras de las mayorías, que los costarricenses quisieron un Congreso multipartidista y que las demandas ciudadanas son para escucharlas y darles respuesta, no para ser usadas en campañas electorales.

Yo creo en la construcción por medio del diálogo, por eso voy a votar negativamente el plan fiscal.


BALANCE A PARTIR DE LOS PRINCIPIOS DEL PAC

Ciertamente el PAC mejoró sustancialmente el proyecto con la incorporación de 17 puntos, y contiene elementos positivos:

-       el gravamen no sólo de las utilidades, sino también de las rentas de capital, las ganancias de capital y las remesas.
-       la incorporación de los servicios en la canasta gravable, así como su depuración.
-       el impuesto a los vehículos de lujo.
-       la modificación a la ley de zonas francas.
-       un avance, aunque incompleto, hacia un sistema de renta global y universal, que en la forma en que están plasmados en el proyecto hace poco factible su ejecución.
-       además se establece un nuevo rubro en la escala de impuesto a salarios a iguales o superiores a cuatro y a siete millones de colones.
-       la gravación con una tarifa reducida del 2% a los servicios de educación y salud privadas.

Siempre señalamos que la mejor reforma fiscal es la reactivación económica, y no incurrir en acciones que afecten el crecimiento económico del país. En este mismo sentido, se planteó que la ruta para avanzar era una reforma progresiva, justa y sostenible.

Estimar la progresividad de los impuestos considerados en la reforma fiscal requiere mayor eficiencia en la Administración Tributaria, así como de un Gobierno comprometido contra la evasión fiscal, en particular la de los sectores de mayores ingresos. Sin estas consideraciones no estamos aprobando una reforma fiscal que resuelva los problemas financieros, ni estamos aprobando una reforma de carácter progresivo, y en esas condiciones no puedo votar este plan fiscal.


NO ES SOLIDARIO NI PROGRESIVO

-         Que un 70% de los nuevos ingresos provengan del IVA.
-         Que sólo un 23% de los nuevos recursos serán producto de los cambios en el impuesto de renta.
-        Si se quería gravar a los que más tienen, la mayor parte de los nuevos recursos deberían ser producto de gravación a las rentas.
-        Que se mantenga una estructura similar a la actual, con una orientación claramente regresiva.
-        Que se privilegie en el impuesto de remesas al exterior a las transnacionales del transporte, las telecomunicaciones y los seguros con tarifas de 5,5%, mientras el resto de actividades este gravada con un 15%.
-        No es sostenible. El Ministro de Hacienda, Fernando Herrero, dijo a la prensa que la recaudación estimada será insuficiente para cumplir el objetivo de reducir el déficit fiscal. La meta original era un aumento en la recaudación de un 2.5%, pero luego de las exenciones y gradualidades, para los próximos 3 años, la recaudación será de máximo un 1.8%.
-        No es progresivo, ni solidario ni sostenible, por eso no puedo votar este plan fiscal.


ESTA REFORMA ES DÉBIL

Una tasa generalizada del 15% a los intereses provenientes del ahorro afecta a los pequeños ahorrantes. Era necesario mantener exoneradas estas formas de ahorro. Contradictoriamente no se gravaron los intereses provenientes de los títulos valores emitidos por el Estado en el exterior y comprados en un alto porcentaje por inversionistas domiciliados en Costa Rica.

El aporte del sector financiero al fisco es mínimo y en este proyecto no se observa ningún avance. Los sectores que más aportan son industria y comercio, con más de un 50%, mientras los servicios financieros contribuyen solo en un 12%. El proyecto queda debiendo para revertir la alta concentración de la riqueza en sectores altamente beneficiados, como el financiero.

Desde el punto de vista macroeconómico, el IVA va a repercutir en una posible desaceleración del PIB en al menos los primeros dos años. Este aspecto debería generar los consensos necesarios para concretar acciones en materia de Reactivación Económica, como lo hemos hecho desde la Presidencia y desde la Alianza por Costa Rica.


EL TRÁMITE
En mi calidad de Presidente del Congreso me vi en la obligación de dictar una resolución dando cuenta de un conjunto de errores y faltas al principio democrático que conllevó el trámite de este proyecto. El principal: la ausencia de toda seguridad jurídica, coherencia, y razonabilidad por un procedimiento mal concebido, mal redactado y en el que se dieron el lujo de hacer “experimentos” legislativos de dudosa asimilación a los procedimientos reglamentarios normales y a los ya avalados por la Sala Constitucional.

Agreguemos a ello, el cambio constante de las normas y las reglas de juego a conveniencia, en detrimento de las minorías. Y sobre todo la ausencia de debate reposado y objetivo. Y sobre todo la ausencia de todo diálogo entre las partes que no se asomó sino solo hacia el final del proceso, cuando ya no se podían hacer cambios por el fondo.


A ESTAS ALTURAS DEL PROCESO

Considero fundamental LLAMAR A LA CALMA, a la ponderación de los discursos y a que no generemos un ambiente adverso para la buena marcha de nuestra economía y la salud de las inversiones.

Costa Rica no es Grecia y no está metida dentro de la camisa de fuerza de la Unión Europea, no se avecina ningún escenario catastrófico, al contrario, nuestro país muestra un ritmo de crecimiento saludable que bien podría ser estimulado, como la mayoría de los economistas lo han manifestado ya en profundos análisis. Si este paquete fiscal no se aprueba, no pasará nada extraordinario. Y si se aprueba en términos abstractos se reduce en un punto el déficit fiscal. Mismo punto que se bajó del año pasado a este, sin necesidad de Plan Fiscal.

Cuánto más podríamos reactivar nuestra economía si existiera de parte del Ejecutivo un compromiso con la mejora regulatoria, con una eficiente banca de desarrollo, con una política de generación de empleo para la juventud, con un acuerdo nacional de seguridad que defina las prioridades y las acciones que vamos a emprender cada institución del Estado.

El tema no es si se requieren impuestos o no. El tema es, y será siempre a quién, a qué sector le toca llevar la carga del pago por el funcionamiento del Estado.

Es muy claro que hasta ahora ha sido la gran clase media y este plan fiscal no es la excepción. A pesar de que estamos a favor de impuestos que financien la actividad correctiva y social del Estado, no podemos avalar “este” paquete de impuestos. Y me refiero a este en particular y en concreto. No porque no sea perfecto, no porque no sea el mejor. Es que en el NO están pagando quienes deben pagar NI en la medida que deben pagar, y se recurre de nuevo a exprimir a la ya menguada clase media de nuestro país, así, y amparado en los principios que rigen la acción del PAC, voy a votar negativamente este plan fiscal.

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